Cuando un país se encuentra en crisis, las emociones de las
personas cambian, y su estado de ánimo no es el mismo, muchas sonrisas que habían
permanecido durante muchos años en los rostros de miles de individuos se
esfuman. Hay depresiones, pues existen familias que no pueden apenas mantenerse,
debido a la pérdida de su puesto de trabajo que le permitía cubrir los gastos
para realizar sus necesidades básicas, y sufren al ver que sus hijos no puede
llevar la vida con la que sus padres habían soñado que tendrían. Muchos lo
pierden casi todo, como por ejemplo el hogar. Personas que durante un pasado lo
habían tenido todo se encuentran, de un día a otro, sin absolutamente nada en
sus manos, intentando creer que lo que ocurre es sólo una aterradora pesadilla,
sin aceptar que ya nada es lo que era. Esta situación genera un gran malestar
en el mundo, y aunque no en igual medida, afecta a todos.
En tiempos de crisis, se genera una gran violencia debido a
la mala situación que se vive en las calles. El número de robos aumenta, pues
hay quienes consideran adecuado usurpar para poder ganar unas monedas que
puedan facilitarle el acceso a comida o agua caliente. También crece la
discriminación, ya que algunos piensan que los inmigrantes restan puestos de
trabajo, y no debería ser así porque ni si quiera los habitantes del país
consiguen un trabajo para sobrevivir. Las crisis pueden generar numerosas
guerras, por ciudadanos descontentos y enfurecidos por todo lo que se está
viviendo en el país. Como vemos, se crea
una gran inseguridad y tensión entre los habitantes.
En definitiva, cuando hay una época de crisis estamos
rodeados de odio, tristeza, depresiones, malestar, guerras, y otras muchas
palabras horribles que a ningún ser humano le gusta oír, y aun menos, vivir con
ellos. La paz no está tan presente como nos gustaría que estuviese.
Pero, dentro de lo malo, siempre hay algo bueno, tierno,
compasivo… y es que, en tiempos complicados y duros, se establece una gran
conexión entre personas para ayudarse y apoyarse cuando se pasa por grandes obstáculos.
En Navidades, por ejemplo, se crean organizaciones para hacer que familias
puedan tener una cena digna en este día que hace que los corazones se
enternezcan, y se donan una gran variedad alimentos. También se tiene más
conciencia de las pequeñas cosas. En vez de tirar la ropa vieja o que se le da
poco uso, se opta por darla a los más necesitados. La solidaridad florece en
estos días tan complejos, y podemos apreciar el lado positivo de ser humano que
nunca desapareció, y que hace que todos tengamos esperanzas para conseguir un
mundo mejor y una paz verdadera.
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