jueves, 30 de enero de 2014

La paz en tiempos de crisis por Carmen Gallego, 4ºA


Cuando un país se encuentra en crisis, las emociones de las personas cambian, y su estado de ánimo no es el mismo, muchas sonrisas que habían permanecido durante muchos años en los rostros de miles de individuos se esfuman. Hay depresiones, pues existen familias que no pueden apenas mantenerse, debido a la pérdida de su puesto de trabajo que le permitía cubrir los gastos para realizar sus necesidades básicas, y sufren al ver que sus hijos no puede llevar la vida con la que sus padres habían soñado que tendrían. Muchos lo pierden casi todo, como por ejemplo el hogar. Personas que durante un pasado lo habían tenido todo se encuentran, de un día a otro, sin absolutamente nada en sus manos, intentando creer que lo que ocurre es sólo una aterradora pesadilla, sin aceptar que ya nada es lo que era. Esta situación genera un gran malestar en el mundo, y aunque no en igual medida, afecta a todos.

En tiempos de crisis, se genera una gran violencia debido a la mala situación que se vive en las calles. El número de robos aumenta, pues hay quienes consideran adecuado usurpar para poder ganar unas monedas que puedan facilitarle el acceso a comida o agua caliente. También crece la discriminación, ya que algunos piensan que los inmigrantes restan puestos de trabajo, y no debería ser así porque ni si quiera los habitantes del país consiguen un trabajo para sobrevivir. Las crisis pueden generar numerosas guerras, por ciudadanos descontentos y enfurecidos por todo lo que se está viviendo en el país.  Como vemos, se crea una gran inseguridad y tensión entre los habitantes.

En definitiva, cuando hay una época de crisis estamos rodeados de odio, tristeza, depresiones, malestar, guerras, y otras muchas palabras horribles que a ningún ser humano le gusta oír, y aun menos, vivir con ellos. La paz no está tan presente como nos gustaría que estuviese.

Pero, dentro de lo malo, siempre hay algo bueno, tierno, compasivo… y es que, en tiempos complicados y duros, se establece una gran conexión entre personas para ayudarse y apoyarse cuando se pasa por grandes obstáculos. En Navidades, por ejemplo, se crean organizaciones para hacer que familias puedan tener una cena digna en este día que hace que los corazones se enternezcan, y se donan una gran variedad alimentos. También se tiene más conciencia de las pequeñas cosas. En vez de tirar la ropa vieja o que se le da poco uso, se opta por darla a los más necesitados. La solidaridad florece en estos días tan complejos, y podemos apreciar el lado positivo de ser humano que nunca desapareció, y que hace que todos tengamos esperanzas para conseguir un mundo mejor y una paz verdadera.

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