Otro viaje, poema de Antonio Machado

Ya en los campos de Jaén,
amanece. Corre el tren
por sus brillantes rieles,
devorando matorrales,
alcaceles,
terraplenes, pedregales,
olivares, caseríos,
praderas y cardizales,
montes y valles sombríos.
Tras la turbia ventanilla,
pasa la devanadera
del campo de primavera.
La luz en el techo brilla
de mi vagón de tercera.
Entre nubarrones blancos,
oro y grana;
la niebla de la mañana
huyendo por los barrancos.
¡Este insomne sueño mío!
¡Este frío
de un amanecer en vela!...
Resonante,
jadeante,
marcha el tren. El campo vuela.
Enfrente de mí, un señor
sobre su manta dormido;
un fraile y un cazador
?el perro a sus pies tendido?.
Yo contemplo mi equipaje,
mi viejo saco de cuero;
y recuerdo otro viaje
hacia las tierras del Duero.
Otro viaje de ayer
por la tierra castellana
?¡pinos del amanecer
entre Almazán y Quintana!?
¡Y alegría
de un viajar en compañía!
¡Y la unión
que ha roto la muerte un día!
¡Mano fría
que aprietas mi corazón!
Tren, camina, silba, humea,
acarrea
tu ejército de vagones,
ajetrea
maletas y corazones.
Soledad,
sequedad.
Tan pobre me estoy quedando
que ya ni siquiera estoy
conmigo, ni sé si voy
conmigo a solas viajando.

Otro viaje es un poema de Antonio Machado, uno de los escritores que resaltan por excelencia en la literatura española de final del siglo XX, la cual está caracterizada por representar la realidad del país, preocupaciones y reflexiones del autor. Machado destaca por su gran poesía, aunque durante su vida también compuso obras teatrales y prosa didáctica.

En este poema se refleja la soledad y la añoranza del autor hacia un ser querido. Los versos de ‘Otro viaje’ relatan el viaje de Machado en tren, donde describe el paisaje por el que pasa. El trayecto por Jaén evoca a éste una numerosa cantidad de recuerdos de un viaje pasado que él realizó junto a alguien que ya no se encuentra con vida, a quien echa de menos, y que probablemente era su amor.

Una de las divisiones en partes que puede realizarse de este texto es la siguiente:

·       Primera parte: abarca los primeros veintiocho versos. El autor realiza descripciones, tanto del paisaje por el que pasa, en el que se muestran el amanecer en tierras andaluzas, como del tren en el que viaja. Todo lo relatado es percibido por la vista.

·       Segunda parte: comprende el resto de poema, que es desde el verso número veintinueve hasta el cincuenta y tres. En esta pieza no se muestran detalles de objetos o lugares, sino que se habla de sentimientos y recuerdos de otro viaje que realizó en compañía.

En el poema se ve muy presente la melancolía del autor y lo dolorido que se siente, y su necesidad de expresar y sacar al exterior sus sentimientos, pues describe cómo una mano fría aprieta su corazón. El frío representa en este caso la nostalgia, tristeza y amargura.

Para reforzar los sentimientos de Machado, emociones y que sus descripciones tomen una mayor viveza, el autor se sirve de varios recursos literarios, como por ejemplo personificaciones (corre el tren, el tren devorando matorrales, jadeante marcha el tren, el campo vuela, la niebla de la mañana huyendo de los barrancos, etcétera.), metáforas, como ‘entre nubarrones blanco, oro y grana’, que hacen referencia al amanecer, o ‘ejército de vagones’ que representan al tren. También podemos localizar paralelismos, aunque breves, como ‘Soledad/Sequedad’.

Es posible observar que el poema no está fragmentado en estrofas, sus cincuenta y tres versos de arte menor están juntos. Constan de rima consonante.